Los péndulos son herramientas versátiles que pueden acompañarte en diversas prácticas, desde acompañarte como amuleto o en la meditación hasta la limpieza energética. Si estás comenzando, aquí te presentamos cuatro usos básicos con ejemplos para que puedas incorporar el péndulo en tu día a día.

1. Meditación: Conecta con tu interior

Utilizar un péndulo en meditación puede ayudarte a concentrar la mente y a sintonizar con tu energía interna. Comienza sentándote en un lugar tranquilo, sostén el péndulo en tu mano y permite que se balancee suavemente mientras te enfocas en tu respiración. Visualiza cómo la energía fluye entre tú y el péndulo. Con cada movimiento, siente cómo tu mente se calma y tu cuerpo se relaja. Puedes hacer esta práctica unos minutos cada día para profundizar tu conexión espiritual y mejorar tu enfoque.

2. Sanación: Equilibra tus chakras

Los péndulos también se utilizan en sanación energética, especialmente en el equilibrio de los chakras. Para comenzar, acuéstate y coloca el péndulo sobre el chakra que deseas equilibrar (por ejemplo, el chakra corazón). Observa su movimiento: el péndulo puede girar o balancearse, indicando la energía en esa área. Deja que el péndulo actúe sobre el chakra unos minutos hasta que notes que su movimiento se haga más regular. Esta práctica es ideal para trabajar bloqueos emocionales y promover la armonía en tu cuerpo tomando conciencia.

3. Limpieza energética de espacios: Purifica tu entorno

Un péndulo también puede ayudarte a limpiar la energía de un espacio, como tu hogar o lugar de trabajo. Para esto, camina por la habitación sosteniendo el péndulo y presta atención a cómo reacciona en diferentes áreas. Si el péndulo muestra movimientos intensos en ciertos lugares, esos pueden ser puntos de energía estancada. Concentra allí tu intención de limpiar y armonizar el espacio, permitiendo que el péndulo se mueva libremente hasta que sientas que la energía se ha renovado.

4. Responder preguntas: Guía para decisiones

Uno de los usos más comunes del péndulo es obtener respuestas a preguntas simples de sí o no. Para empezar, conecta con tu péndulo, pidiéndole que te de un «sí» para ver cómo es su movimiento y posteriormente un «no». Esto define tu código de movimiento con el péndulo, por ejemplo, en mi caso, cuando gira es un “sí” y su movimiento en linea me indica “no”. Una vez que tengas claro el código (siempre será el mismo para ti independientemente del péndulo que uses), formula preguntas de respuesta directa, como “¿Es este un buen momento para emprender este proyecto?” Sostén el péndulo y observa su movimiento; recuerda mantener una mente neutral y abierta para recibir la respuesta. No debes de plantearte por qué sucede esto, dudar o tener miedo, no debe de usarse en público y debes de estar en un ambiente tranquilo. Preguntas que no son claras o directas o que pueden condicionarte no van a ofrecer una respuesta adecuada (sino haría spoilers de la vida).

Al principio los movimientos puede que sean muy flojitos o de poco radio de amplitud, es necesario conectar mucho con tu péndulo, tocarlo mucho, llevarlo contigo y confiar.